Vicepresidente Joe Biden promueve la reforma migratoria en Miami

Desde su discurso a la ceremonia de graduación de miles de estudiantes del Miami Dade College hasta una visita a un restaurante jamaiquino en Kendall, Biden promovió la idea de que los indocumentados puedan regularizar su situación y así aspirar a convertirse en ciudadanos.
Quizás el momento más dramático de la visita vino cuando un joven en el auditorio donde se celebró la ceremonia de gradación gritó en todo lo alto “¡paren las deportaciones!’ en el momento en que Biden explicaba como la inmigración es uno de los factores claves que le dan liderazgo mundial a los Estados Unidos.
Al oír el grito de protesta, Biden brevemente interrumpió su discurso y dirigiéndose al joven le dijo: “Vamos a hacer eso también, joven, pero primero déjame terminar este discurso.”
El grito de protesta pareció reflejar el amplio sentimiento entre los activistas de inmigración de que el presidente Barack Obama debe usar su autoridad de emitir decretos presidenciales y poner fin a las deportaciones de extranjeros que no tienen antecedentes penales mientras el Congreso decide si aprobar o no la reforma migratoria.
Hasta ahora, Obama se ha mostrado reacio a suspender las deportaciones, pero ha ordenado al secretario del Departamento de Seguridad Interna Jeh Johnson a examinar las políticas de deportación para ver si estas se pueden suavizar de una manera más humanitaria.
La controversia sobre las deportaciones arreció cuando la presidenta del Consejo Nacional de La Raza, Janet Murguía, recientemente calificara a Obama como el “deportador en jefe.”
Esa fue una referente de que durante el tiempo que Obama ha sido presidente desde el 2009, se han deportado casi dos millones de extranjeros.
Luego del grito de “¡paren las deportaciones!” Biden procedió con su discurso, haciendo una larga referencia a los beneficios de la inmigración, algo que calificó como “crucial” para Estados Unidos.
“Es un proceso que genera para nosotros lo mejor que el mundo puede ofrecer”, señaló Biden. “Ese es el secreto de Estados Unidos”.
Pasó a mencionar a varios de los jóvenes que se graduaban como ejemplo de inmigrantes con éxito.
Citó el caso de Wendy Ruiz, estudiante del recinto Homestead del Miami Dade College, hija de inmigrantes mexicanos. De 22 años de edad, Ruiz pertenece a la junta de directores de la organización WeCount, que defiende los derechos de los inmigrantes.
Luego pasó Biden a explicar porque, desde su punto de vista, el país debe avocarse a la legalización de los indocumentados.
“Debemos actuar para sacar de las sombras a los 11 millones de personas”, declaró Biden. Sus palabras fueron recibidas con un largo aplauso y gritos de aprobación.
Muchos de los estudiantes del Miami Dade College son indocumentados y por ende cualquier expresión de apoyo a la reforma migratoria por parte de algún alto funcionario de la administración genera entusiasmo.
Después de la ceremonia de graduación, Biden partió de Miami Dade College al restaurante jamaiquino de West Kendall The Island donde se sentó en una mesa con líderes de la comunidad. Se tomó varias fotos con el grupo y luego habló de nuevo sobre la reforma migratoria.
Finalmente, antes de irse al aeropuerto, hizo una parada en la nueva oficia de campaña del representante demorata cubanoamericano Joe García que busca reelegirse.
Ahí saludó a muchos de los presentes, incluyendo a los dos pequeños hijos de Christina Elías —la ayudante de Joe García— Natalia Elías, de 2 años, y Guido José Elías, de 5.
La madre de los niños, sonriendo, tomó fotos del momento y les dijo a sus hijos: “Acaban de conocer al vicepresidente de los Estados Unidos”.

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