Son 500 los agentes migratorios cesados en el sexenio: Poiré

Publicado el 23 de noviembre de 2012
por Lorena López en Milenio, Política

México • El secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, admitió que 500 agentes del Instituto Nacional de Migración han sido separados de su cargo por diversas irregularidades y que existen denuncias administrativas, incluso penales, para sancionarlos si se confirma que cometieron un delito.

“No es admisible que ni un solo servidor público en este país, particularmente del INM, no solo no sea parte de la solución del problema migratorio, sino que eventualmente pudiese llegar a ser parte del problema”, expresó al encabezar la instalación del Consejo Consultivo de la Política Migratoria de la dependencia.

En la sesión, a la que asistió como representante del equipo de transición de Enrique Peña Nieto Miguel Torres Cabello, encargado de asuntos migratorios, el secretario afirmó que la delincuencia organizada también ha incidido en el fenómeno migratorio “como un actor que amenaza, que violenta los derechos de las personas, no solamente de los migrantes, sino que también corrompe y corroe a las autoridades de los distintos órdenes de gobierno”.

Reiteró que el gobierno federal se ha tomado en serio la profunda depuración del instituto y que pese a que no se ha concluido la tarea, más de 60 por ciento de sus servidores públicos ha sido sujeto a este control de confianza y se ha separado a los 500 que reprobaron, lo que representa prácticamente 10 por ciento de la plantilla total.

El subsecretario de Migración, Población y Asuntos Migratorios, Gustavo Mohar Betancourt, detalló que ante las denuncias ciudadanas se aplicó el control de confianza y confirmó que existen procesos penales ante la PGR para investigar si hay conexión con delincuencia organizada, aunque, aseguró, la proporción de delitos graves es baja, porque “la mayor parte de los actos ilícitos son por abuso o extorsión”.

Poiré apoyó la propuesta de la ex senadora Rosy Orozco para crear un código de ética de los funcionarios migratorios que garantice, entre otras cosas, su respeto a los derechos humanos.

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