Sacerdote exige cambios drásticos en la mirada hacia los migrantes

Dallas.- “Venimos a decirle al mundo que la pobreza, el narcotráfico, la violencia, el descuido de las autoridades, el poco amor de las autoridades políticas y religiosas, está sumiendo a México y Centroamérica en el caos y la tragedia”, dice este hombre carismático e influyente que provee alojamiento, comida y asistencia médica, psicológica y legal a los migrantes de Centro y Sudamérica.

Solalinde que asumió las banderas de los migrantes que transitan por territorio mexicano, llegó hasta el Norte de Texas para instar al congreso por la aprobación de una reforma migratoria y a las autoridades de Estados Unidos y México, para que incluyan en sus procesos a los migrantes.?

Durante su paso por el Metroplex, el coordinador de la caravana en Dallas, Roberto Corona, hizo un llamado a los políticos y autoridades estadounidenses para que asuman su responsabilidad en los factores que promueven la migración y causan la muerte a miles de personas.

Según datos de la Coalición Humanitaria Internacional Pro Migrante, cada año en territorio mexicano son secuestrados 22 mil migrantes y otros 70 mil han desaparecido. La violencia desatada por narcotraficantes y otros grupos al margen de la ley, según esta misma organización ha arrojado desde 2006 más de 100 mil muertos y 50 mil desaparecidos.

La caravana denominada “Abriendo Puertas a la esperanza” que partió desde San Diego el pasado 29 de abril y culminará el 26 de mayo en Nueva York, cinco días después de su paso por Washington, D.C.

La marcha que comenzó con una veintena de víctimas y activistas, reunió a centenares en Dallas, de la misma manera como había congregado a miles en: Los Ángeles, Phoenix, Houston, Austin, Nueva Orleans, Atlanta y Chicago. La marcha también incluye ciudades como Chicago y Nueva Jersey, antes de llegar a la “Gran Manzana”.

“Es indispensable hacer conciencia sobre los abusos de los derechos humanos de que son víctimas los migrantes en su paso por México, fundamentalmente a manos de los traficantes y autoridades corruptas; pero también del compromiso que debe asumir Estados Unidos para controlar el tráfico de armas y de drogas que desencadenan en violencia”, dice Corona de la organización comunitaria “pueblo sin fronteras”.

Las huellas del dolor

A paso lento y con la mirada perdida en donde se mezclan la esperanza y las dolorosas huellas de un reciente pasado, aparecieron los protagonistas centrales, cada uno con un historia que circulan y que desde hace un tiempo se escriben en toda parte. Son historias dolorosas, relacionadas con el fenómeno del siglo XXI que día a día desbordan al mundo globalizado. Aquí se le llama inmigración, en otros lugares del mundo se le llama desplazamiento.

Mercedes Moreno, oriunda de El Salvador, desde 1991 está buscando a su hijo quien desapareció en la frontera de Hidalgo; tras ser deportado desde México. “No es fácil vivir con la incertidumbre de saber si está vivo o muerto. Son 22 años esperando una palabra de él, por eso me uní a la caravana con la esperanza de encontrarlo un día para decirle que lo amo y que lo extraño”.

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