Reforma migratoria en EE.UU. sin perspectivas, incluso en 2014

El líder de la Cámara de Representantes, el republicano por Ohio, John Boehner, rehusó confirmar que la reformamigratoria podría ser debatida al menos el año próximo.

He aprendido a no hacer muchas predicciones desde este podio, manifestó Boehner cuando un periodista le preguntó en una conferencia de prensa si confiaba en que la reforma migratoria podría concretarse en 2014.

El líder de la Cámara baja parece reafirmar así la poca voluntad de debatir la iniciativa que constituye una de las prioridades del segundo periodo de mandato del presidente Barack Obama.

Obama conminó a los conservadores a avanzar en la discusión del proyecto e incluso fue más lejos, al mostrarse partidario de votar la ley por partes, como pretenden los del llamado partido rojo, siempre y cuando destraben la iniciativa que favorezca avanzar en la naturalización de los millones de indocumentados.

En este contexto, 28 legisladores demócratas solicitaron la víspera a la Casa Blanca suspender las deportaciones vía administrativa de aquellos inmigrantes no autorizados que reúnan los requisitos para beneficiarse del proyecto de reforma aprobado en junio por el Senado.

Adoptar una medida enérgica hacia la suspensión (de deportaciones) nos movería en la dirección desde donde debería empezar el debate, propuso la misiva de los legisladores, encabezados por el representante de Arizona, Raúl Grijalva.

Criminalizar a nuestras familias o dar a las autoridades locales la responsabilidad de quien se queda y quien se va no es la opción correcta, resaltó.

El Ejecutivo reiteró su negativa a ampliar un programa de junio de 2012 para suspender las expulsiones de inmigrantes menores de 30 años que fueron traídos a Estados Unidos sin autorización durante su niñez, alegando que la única solución definitiva es una reforma legislativa.

Tras la llegada de Obama a la Casa Blanca, las deportaciones alcanzaron un promedio anual sin precedentes de alrededor de 400 mil, con un saldo mayoritariamente negativo para la comunidad hispana, según distintas organizaciones.

La encuestadora Gallup mostró el jueves que la aprobación de Obama entre la población latina en Estados Unidos cayó cerca de 23 puntos desde noviembre de 2012, cuando fue reelecto, para ubicarse ahora en apenas 52 por ciento.

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