La Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) se prepara para asumir nuevas funciones, de acuerdo con un reporte publicado este domingo por el diario The Washington Post.
ICE, que opera bajo el mando del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), alista un nuevo reglamento que “podría frenar drásticamente los arrestos y deportaciones”.
Las nuevas instrucciones derivan de la orden ejecutiva sobre la “revisión de las políticas y prioridades de aplicación de la ley de inmigración civil” firmada por el presidente de Biden el 20 de enero, día de la toma de posesión, decreto que revirtió una orden firmada por Trump el 25 de enero de 2017 y que se relacionada con las jurisdicciones santuario y decretó que la presencia indocumentada constituía una amenaza a la seguridad pública y nacional de Estados Unidos.
Memorandos y correos
Citando memorandos y correos electrónicos internos, el periódico dijo que, si bien los nuevos planes operativos de ICE aún no son definitivos, “las instrucciones provisionales enviadas a los funcionarios superiores apuntan a un cambio importante en la aplicación” de la ley de inmigración.
“Los agentes ya no buscarán deportar a inmigrantes por delitos como conducir bajo la influencia y asalto, y se centrarán en cambio en amenazas a la seguridad nacional, cruces fronterizos recientes y personas que completan penas de prisión y cárcel por condenas por delitos graves agravados”, indican los documentos.
Los delitos que convierten en deportables o inadmisibles a los inmigrantes legales o indocumentados son aquellas faltas “relacionados con las drogas (delitos menos graves), agresión simple, manejar bajo la influencia de alcohol o drogas (DUI), lavado de dinero, delitos contra la propiedad, fraude, delitos fiscales, solicitación o cargos sin condena”, indicó el director interino de ICE, Tae Johnson, en un correo electrónico dirigido a altos funcionarios fechado el 4 de febrero.
La instrucción de Johnson indica cómo deben actuar los agentes de ICE durante los operativos mientras se finalizan las nuevas pautas.
Prioridades de Trump y Obama
El 25 de enero de 2017 Trump, bajo la implementación de la política migratoria de ‘tolerancia cero’, modificó y amplió la lista de prioridades de deportación establecida por Barack Obama en 2012, cuando firmó la orden ejecutiva sobre el programa Amparo de Deportación para los Llegados en la Infancia (DACA).
La lista de deportables e inadmisibles incluye inmigrantes:
- Quienes hayan sido condenados por cualquier delito;
- Quienes hayan sido acusados de cualquier delito, cuando dicho cargo no haya sido resuelto;
- Quienes hayan cometido actos que constituyen un delito penal imputable;
- Quienes hayan incurrido en fraude o tergiversación deliberada en relación con cualquier asunto oficial o solicitud ante un organismo gubernamental;
- Quienes hayan abusado de cualquier programa relacionado con la recepción de beneficios públicos;
- Quienes estén sujetos a una orden final de deportación, y no hayan cumplido con su obligación legal de abandonar Estados Unidos; o
- Quienes a juicio de un funcionario de inmigración supongan un riesgo para la seguridad pública o la seguridad nacional.
Durante el gobierno de Obama las deportaciones se basaban en cuatro categorías:
- Prioridad 1: Quienes sean considerados una amenaza a la seguridad nacional, de la frontera o publica (terroristas, personas involucradas en espionaje, criminales, pandilleros, entre otros);
- Prioridad 2A: Personas con historial extenso de violaciones de inmigración, quienes hayan cruzado la frontera recientemente (después del 1 de enero de 2014).
- Prioridad 2B: Personas con DUI, cargos por violencia doméstica, explotación sexual, robo y cualquier delito que tenga más de 90 días como penalidad de cárcel;
- Prioridad 3: Inmigrantes con una orden final de deportación en o después del 1 de enero de 2014.
Fuentes demócratas dijeron a Univision Noticias que Biden regresará a las prioridades de deportación establecidas en el 2012. Si bien un sector de ICE avala los cambios, The Washington Post dijo que algunos funcionarios están “frustrados” y aseguran que “los cambios propuestos quitarán la discreción de los agentes y limitarán severamente su capacidad para arrestar y deportar criminales”.
Percepción equivocada
El discurso migratorio de Trump en los últimos cuatro años hizo suponer que ICE llevó a cabo más deportaciones y arrestos de inmigrantes que lo actuado por el gobierno de Obama-Biden, pero una revisión de las cifras demuestra lo contrario.
En materia de deportaciones Trump no pudo ni siquiera igualar la marca dejada por el primer gobierno Obama-Biden. De acuerdo con datos de ICE, el número de deportaciones entre los años fiscales 2009 y 2015 fueron:
Deportaciones entre los años fiscales 2009 y 2012
Número de expulsados durante el primer gobierno Obama-Biden.
Fuente: ICE
Los deportados durante el gobierno de Trump:
Deportados de Estados Unidos entre los años fiscales 2017-2020
Cifra de inmigrantes expulsados por ICE en los últimos cuatro años fiscales
Fuente: ICE
De acuerdo con las cifras, Trump deportó un 40.6% menos que Obama en sus primeros 4 años. Es decir, Trump expulsó un promedio diario de 649 inmigrantes (27 cada hora) frente a 1,094 diarios registrado durante el primer gobierno de Obama (45.5 cada hora).
En cuanto a los arrestos, Trump detuvo a menos inmigrantes de los que apresó Obama en su primer gobierno:
Arrestos de ICE durante el primer gobierno de Obama
Detenciones ejecutadas por ICE entre los años fiscales 2009 y 2012
Fuente: ICE
Los arrestos ejecutados por ICE durante el gobierno de Trump:
Arrestos de ICE durante el gobierno de Trump
Detenciones de indocumentados ejecutadas por ICE entre los años fiscales 2017 y 2020.
Fuente: ICE
La diferencia entre ambos gobiernos es notable. En el primer año Trump detuvo un 62.5% menos que los arrestos ejecutados por ICE en el primer año del primer gobierno de Obama. Y en el cuarto año la diferencia aumenta a 78.3%, pero se debe tener en cuenta que desde marzo del año pasado el país se encuentra bajo un estado de emergencia debido a la pandemia del coronavirus.
Por último, en cuanto al número de camas diarias disponibles en los centros de detención de ICE, la cifra varió de 33,000 al término del gobierno de Obama a unas 55,000 en marzo de 2020, de acuerdo con datos del Congreso.
Nuevas instrucciones
El diario dijo además que a partir de ahora los agentes que busquen arrestar a fugitivos fuera de las cárceles y las prisiones “necesitarán la aprobación previa del director de la agencia en Washington para justificar la decisión y explicar cómo las nuevas reglas de procedimiento “constituyen una asignación adecuada de recursos limitados”, esto según un borrador de memorando que circula en la agencia.
“Han abolido ICE sin abolir ICE”, dijo un funcionario angustiado que no estaba autorizado a hablar con los medios, dijo el Post. “La oscilación del péndulo es tan extrema. Literalmente, se siente como si hubiéramos pasado de la capacidad de hacer cumplir plenamente nuestras leyes de inmigración a que ahora nos digan que no hagamos nada”.
Sin embargo, abogados consultados por Univision Noticias dijeron que el presidente, en uso de su capacidad ejecutiva, puede cambar las prioridades de ICE. “Y si lo hace, establece nuevas regulaciones para deportar personas que han cometido ciertos crímenes y anula las prioridades establecidas por el gobierno anterior, no existe una violación de la ley”, dice José Guerrero, un abogado de inmigración que ejerce en Miami (Florida).
En el caso de anulación de otros decretos o memorandos a partir del 20 de enero, los expertos señalan que “cobran vigor leyes y acuerdos judiciales que no fueron eliminados, sino dejados de lado por Trump, entre ellos el Acuerdo Judicial Flores de 1997 que norma la detención de menores de edad, y la Ley de Prevención de Tráfico Humano de 2008, medida que ordena que sean los jueces de inmigración quienes decidan el futuro inmediato de menores los detenidos en la frontera.
“El solo hecho de cambiar los procedimientos es una buena señal que apunta en la dirección correcta”, dice Alex Gálvez, un abogado de inmigración que ejerce en Los Ángeles (California). “ “Hay que restablecer y respetar la ley que existe y proteger el debido proceso migratorio”, indicó. “La llegada de Alejandro Mayorcas a la cabeza del DHS hará notar los cambios”, indicó.
Gálvez dijo además que “en los últimos días se ha mencionado que el gobierno de Biden estaría deportando más gente, pero lo cierto es que los funcionarios del nuevo gobierno todavía no han tomado posesión de sus cargos. Muchos agentes y trabajadores del DHS siguen operando con los mismos reglamentos de la ‘tolerancia cero’ de Trump”.
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