Migrantes preparan denuncias en contra de policías de Oaxaca

Tras el descarrilamiento de “La Bestia”, que ocurrió ayer en esta ciudad, un grupo de migrantes y transportistas de la línea de autobuses Rancho Gubiña, preparan por separado denuncias en contra de policías estatales por abuso de autoridad.

El coordinador del albergue Hermanos en el Camino,Alberto Donis Rodríguez, informó que los migrantes atacados a balazos y perseguidos por la policía de Oaxaca, después de que descarriló “La Bestia” a las 04:30 horas del lunes, “están dispuestos a declarar”.

La denuncia será presentada ante los enviados de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). “Vemos con preocupación que al gobierno de Oaxaca no le interesa el tema migratorio porque sus policías, lejos de ayudar a los migrantes hambrientos, los hostigan”, dijo.

Por otro lado, el presidente de la línea de autobuses Rancho Gubiña, que cubre la ruta de Unión Hidalgo a Juchitán, Marcial Sandoval, señaló que demandará a los policías de Oaxaca por abuso de autoridad y robo de dos autobuses.

De manera arbitraria, señaló, los policías detuvieron dos autobuses, a dos choferes y a dos cobradores por el supuesto delito de tráfico de indocumentados y los trasladaron a la sede de la PGR en Matías Romero.

“¿Cuál tráfico de indocumentados?”, preguntó al señalar que los migrantes corrieron al escuchar los balazos y algunos se subieron a los dos autobuses que iban a Juchitán. Unos metros adelante, la policía detuvo a todos.

Marcial Sandoval advirtió que si la PGR no libera a los dos choferes, a los dos cobradores y los dos autobuses, “vamos a protestar con diversas acciones, como bloqueos de carreteras, porque no es justo que nos acusen de traficantes de centroamericanos”.

Por la tarde de ayer, la menor de edad que había quedado abandonada tras el descarrilamiento de La Bestia, debido a que su madre había sido detenida por la policía estatal, se reencontró con su progenitora en la garita migratoria de La Ventosa.

La menor, que había sido atendida por el DIF municipal, fue identificada como Beatriz, de un año y tres meses de nacida. Su madre se identificó como Yamina, de 17 años de edad y originarias de Quetzaltenango, Guatemala. La menor presentaba signos de deshidratación, según los médicos. Ambas serán deportadas a la frontera sur.

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