Líderes demócratas presentan medida formal para abolir ICE en 2019

Líderes demócratas de la Cámara de Representantes presentaron este jueves una medida para abolir la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) en un plazo de un año y reemplazarla con un sistema que aplique de forma “humana” las leyes migratorias de EEUU, aunque la medida tiene casi nulas posibilidades de ser aprobada.

Los legisladores Adriano Espaillat, de Nueva York, Mark Pocan, de Wisconsin, y Pramila Jayapal, de Washington, presentaron la medida de 12 páginas para reformar el sistema que utiliza el gobierno federal para hacer cumplir las leyes de Inmigración, que durante años ha sido blanco de acusaciones de abuso contra los inmigrantes.

La legislación por ahora no tiene apoyo republicano pero, de aprobarse, crearía una comisión de expertos que ofrezca una “hoja de ruta” para que el Congreso adopte un sistema de aplicación de las leyes “humano” y que “respete la dignidad” de las personas.

La medida, que tiene seis co-patrocinadores, pondría en marcha la eliminación de ICE en un plazo de un año después de que la ley fuese aprobada.

Espaillat señaló que ICE se ha desviado demasiado de su misión y propósito original y que, “en la era del presidente (Donald) Trump, a ICE se le ha dado un rango sin límite para aterrorizar a las comunidades latinas en todo el país, sin importar su estatus o ciudadanía”.

“La agencia tiene una amplia jurisdicción y fue creada para combatir el terrorismo, el tráfico de humanos, y las drogas. Sin embargo, ICE ahora pasa la mayoría de su tiempo deteniendo y separando a madres y padres que buscan seguridad para ellos y sus hijos, en vez de centrarse en criminales reincidentes, pandillas y terroristas”, se quejó Espaillat.

ICE ha abusado de sus poderes para “aterrorizar” a las comunidades inmigrantes y Trump ha hecho un uso indebido de la agencia, a tal grado que no puede lograr sus metas con eficacia, dijo, por su parte, Pocan.

Por ello, la medida pide abolir ICE y transferir sus funciones policiales a otras agencias ejecutivas, precisó.

Por su parte, Jayapal indicó que, contrario a lo que argumentan los detractores de la propuesta, las leyes migratorias siempre se han aplicado y eso no cambiará con la eliminación de ICE, agencia que fue creada en 2003 bajo el paraguas del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a raíz de los atentados del 9/11.

Haciéndose eco de activistas pro-inmigrantes, Jayapal dijo que ICE “está fuera de control”, y como prueba citó la concesión de jugosos contratos a empresas con fines de lucro para la detención de inmigrantes, a precios prohibitivos; deficiencias en el sistema de detención que han provocado la muerte de inmigrantes, y desvío de recursos necesarios para la seguridad nacional, como las operaciones anti-terroristas y para el combate del fraude y el narcotráfico.

“Es hora de cambiar el sistema a uno que rinda cuentas, sea eficiente, humano y transparente. Habrá aplicación para el cumplimiento de las leyes migratorias, pero tiene que sin crueldad ni abuso”, dijo.

Funcionarios de ICE, el DHS y la Administración Trump, sin embargo, han respondido desde siempre con acusaciones de que los activistas han “satanizado” a los agentes policiales que solo hacen cumplir las leyes de Inmigración y que, en todo caso, si no están de acuerdo con las operaciones contra la inmigración ilegal, lo que corresponde es presionar al Congreso a que reforme las leyes.

Solo que en el Congreso, bajo control republicano, los conservadores han calificado la idea de abolir ICE como una “locura”.

En su conferencia de prensa semanal, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, argumentó que la propuesta demócrata es “la postura más loca que jamás he visto”, porque ICE “saca a las pandillas de nuestras comunidades, ayuda a prevenir que las drogas fluyan en nuestras escuelas, y rescata a gente del tráfico de humanos”.

Consultada por este diario,  ICE dijo que, como parte de su política, la agencia no hace comentarios sobre propuestas de ley.

La Administración ha afrontado la condena internacional por la política de “tolerancia cero” y la separación de familias en la frontera sur, además de sendos dictámenes judiciales que la han obligado a reunificarlas y encontrar alternativas a la detención de familias inmigrantes.

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