El proyecto, denominado “Creación de oportunidades y prevención de la migración no acompañada de niños, niñas y adolescentes, Creo”, y cuya duración será de dos años, es financiado con un poco menos de millón de dólares por Canadá y será ejecutado en Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos ciudades más importantes de Honduras.
El director ejecutivo de Save the Children en Honduras, Mariano Planells, dijo a Efe que más de 175.000 menores hondureños no acuden a la escuela, ya que la pobreza y violencia que afecta al país les obliga a emigrar en busca de mejores oportunidades.
Expresó su preocupación por “la migración en condiciones no responsables, no seguras” y que expone la vida de niñas y niños hondureños.
Señaló además que el 44 por ciento de las familias hondureñas viven con un dólar al día y el 68 por ciento están en “pobreza total”
Planells indicó que Save the Children trabajará con docentes hondureños en la prevención de la migración irregular de menores y destacó la importancia de “concientizar” a los niños y sus padres sobre los peligros que hay al intentar cruza la frontera desde Centroamérica y México hacia Estados Unidos.
“No hay duda que el nivel de pobreza en el país pone en condiciones complicadas” a las familias hondureñas, enfatizó el ejecutivo de Save the Children, quien señaló que “más de 8.000 niños” han sido deportados este año.
El ejecutivo de Save the Children prevé un mayor flujo de hondureños indocumentados, especialmente pequeños productores de café afectados por los bajos precios del grano.
La migración seguirá “mientras no tengamos claras y contundentes decisiones en cuanto al nivel de ingreso y pobreza en el país”, aseguró.
Save the Children indicó que generará “evidencias” a través del proyecto para contribuir a la definición de modelos de programación e influenciar en políticas públicas para el impacto sostenido del proyecto y orientar iniciativas futuras destinadas a prevenir la migración no acompañada.
El proyecto busca además contribuir “a reducir” las causas de la migración de niños en Honduras, dijo a Efe la directora de Programas de Desarrollo de Canadá para América Central, Abebech Assefa.
La migración irregular de menores es un tema que “preocupa” a Canadá por los peligros a los que se enfrentan al intentar cruzar la frontera, enfatizó.
Assefa indicó que el proyecto “es pequeño”, pero permitirá ver “qué tipo de resultados se puede lograr”, con el fin de extenderlo a la región.
“No puedo decir que ha aumentado (la migración de menores), pero los números son preocupantes porque se trata de poblaciones vulnerables”, destacó.
Asimismo, señaló que la migración irregular “es complicada para todos los adultos, pero para los niños y adolescentes es aún más”, y resaltó la “responsabilidad” de todos los sectores de analizar las causas de su salida.
Además, de las condiciones económicas, otras causas de la migración son la criminalidad, violencia sexual y reunificación familiar, añadió Assefa.
Ante ello, señaló la necesidad de reducir la violencia en Honduras, país que a diario registra un promedio de diez homicidios, y capacitar a los jóvenes para acceder a un mejor empleo.