Inmigrante refugiada en Iglesia de Chicago demanda al gobierno federal por violación de derechos civiles

Francisca Lino, inmigrante mexicana que por casi tres meses ha estado refugiada en una iglesia al oeste de Chicago para no ser deportada por inmigración, ha presentado una demanda contra la administración Trump por violación de sus derechos civiles como un último intento para frenar su salida del país.

En agosto pasado, Lino tenía que presentarse en las oficinas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) con su pasaporte en mano para viajar a México, en cumplimiento con una orden de deportación que ha venido apelando desde 2005, pero en su lugar se presentó su abogado para comunicar que su cliente no acudiría a la cita y que había decidido buscar refugio en la iglesia Metodista Unida Adalberto, la misma donde buscó resguardo la activista Elvira Arellano años atrás.

La mujer de 50 años, quien tiene seis hijos ciudadanos estadounidenses, tenía entonces 90 días para entregarse o sería considerada una fugitiva, la fecha límite estaba por cumplirse esta semana.

La demanda por derechos civiles presentada este martes, en la que están nombrados el presidente Donald Trump, el Departamento de Seguridad Nacional, el procurador general Jeff Sessions y autoridades de ICE, entre otros, alega que el gobierno federal violó el derecho de Lino a la Quinta Enmienda y aceleró su deportación sin el debido proceso.

“Estamos alegando que el gobierno violó los derechos que le otorga la Quinta Enmienda a la señora Lino, entre ellos el derecho de un proceso justo, pues la orden de deportación que recibió en la frontera no fue otorgada por ningún juez, sino por un oficial de bajo rango”, dijo Abby Bakos, una de las abogadas de Lino a Univision.

De acuerdo con la demanda, se habrían violado las garantías del proceso porque se ordenó la deportación sin una audiencia ante un juez, y se le presentaron documentos en inglés, cuando Lino solamente habla y entiende español.

Francisca llegó a Estados Unidos hace casi 20 años y lleva más de una década luchando contra la deportación.

Su caso se remonta al 2005, cuando presentó su solicitud de residencia. La persona que le ayudó a llenar el trámite especificó que Lino nunca había sido arrestada. Sin embargo, cuando las autoridades migratorias le preguntaron en la entrevista, Lino respondió que sí.

En 1999, la inmigrante mexicana cuenta que cruzó la frontera y fue deportada, pero volvió a cruzar a los Estados Unidos a los pocos meses.

Por esta situación ocurrida en la entrevista en 2005, Lino estuvo detenida 21 días y dio inicio a su proceso de deportación, aunque como prioridad baja, por lo que por más de una década estuvo presentando apelaciones anuales.

No obstante, en marzo pasado, ya bajo la administración Trump, en su cita con ICE a Lino le informaron que sería deportada y debía presentarse con su boleto de avión el 23 de agosto para salir el 25 de ese mes.

“Nuestra meta con esta demanda es que la orden de deportación de 1999 sea eliminada. Si logramos eso, tengo la esperanza de que podamos acceder a la residencia permanente por medio de su marido, quien es ciudadano estadounidense”, explicó Chris Bergin, otro de los abogados de Lino a Univision.

“Tengo fe en que las cosas van a funcionar. Si no, espero que al menos me dé tiempo de recoger mis cosas y dejar mis asuntos en orden”, dijo Lino al Chicago Tribune. “Es una situación difícil, nadie está preparado para esto”.

En la demanda, que pide además una compensación económica, se señala además que Lino ha sufrido por su falta de estatus legal la pérdida de libertad así como problemas de ansiedad y estrés.

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