En la publicación, el medio asegura que ese tipo de traslados se llevan a cabo en todo Estados Unidos. El de Tornillo, un albergue compuesto por carpas y en el que los menores son colocados en grupos de 20 y separados niños de niñas, era provisional; sin embargo, las autoridades de aquel país anunciaron que estará abierto por lo menos hasta que finalice el año.
De ser un refugio para atender a 400 personas, en septiembre se amplió para recibir a tres mil 800.
El New York Times cita que el improvisado refugio cuenta con baños portátiles y carpas con aire acondicionado que son usadas como lugares de residencia, recreación y atención médica.
El gobierno de EE. UU. trata de ubicar albergues para cerca de 13 mil niños y niñas, una cantidad sin precedentes en aquel país.
Solo guatemaltecos, las autoridades de la Patrulla Fronteriza han interceptado en el presente año fiscal a 20 mil 701 infantes, la mayor cantidad de menores que han llegado desde Guatemala en todos los tiempos a aquel país.
La oficina de Comunicación de la Cancillería expuso que la semana pasada solicitaron información al Departamento de Inmigración y Control de Aduanas (ICE en inglés) sobre el traslado, y si hubo niños guatemaltecos para dar seguimiento a los casos y verificar en que condiciones se encuentran.
Sin embargo, hasta este jueves no habían recibido ninguna respuesta.
Los funcionarios estadounidenses no han respondido pese a que el cónsul de Guatemala en Del Río, Tekandi Paniagua, desde el pasado domingo también solicitó información sobre el traslado de menores al albergue de Tornillo.
“Necesitamos determinar el número de jóvenes guatemaltecos que pudieran estar trasladando al centro”, afirmó Paniagua a El Diario de El Paso, según consta en su sitio web.
El diplomático guatemalteco afirmó que “queremos saber cuál es la razón de mantener ese espacio”, puesto que en una visita que efectuó el pasado 31 de julio funcionarios de aquel país aseguraron que el refugio estaba por cerrarse.
Añadió que estarán atentos a la migración de guatemaltecos, principalmente de los niños “por ser una población vulnerable”. El día que Paniagua visitó el refugio, había 173 menores guatemaltecos albergados, eran de San Marcos, Huehuetenango, Quiché, Petén y Baja Verapaz.
La pesadilla de estar separados de sus seres queridos no ha terminado para 246 menores de edad que continúan en albergues de EE. UU. a la espera de que las autoridades de Inmigración de aquel país decidan su futuro.
La Cancillería informó que estos niños fueron apartados de sus padres entre mayo y junio, mientras estuvo vigente la política de separación familiar del plan tolerancia cero impulsada por el presidente Donald Trump.