Entra en vigor el acuerdo Cuba-México sobre la devolución de migrantes ‘ilegales’

El memorando de entendimiento entre los gobiernos de Cuba y México por el que se regulan las relaciones migratorias entre ambos países ya está en vigor. El texto permitirá a partir de ahora las deportaciones automáticas desde el país norteamericano a la Isla para “potenciar la cooperación entre ambos países para la lucha contra la migración ilegal, el tráfico ilícito de personas y la trata”. El acuerdo, firmado el pasado 6 de noviembre, rige desde el 1 de mayo, como recordó este miércoles el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba en un comunicado.

A partir de ahora, Cuba se compromete a aceptar la devolución de los ciudadanos que ingresen ilegalmente al territorio mexicano, se encuentren en él irregularmente después de haber emigrado ilegalmente a países de Centroamérica y a quienes “se encuentren temporalmente en el exterior dentro de los términos legales establecidos por sus normativas migratorias y que tengan una situación migratoria irregular en el territorio mexicano, con excepción de los autorizados a viajar a los Estados Unidos de América”.

Las devoluciones se realizarán por vía aérea, con excepciones por vía marítima cuando proceda, y serán sufragadas por el país que envía. Los migrantes irregulares interceptados deberán ser reportados a las autoridades de su país de origen, que deberá responder en no más de 15 días para iniciar la devolución. Ésta se hará efectiva en un máximo de 15 días después de recibir la respuesta.

Desde 2008, la legislación migratoria mexicana tenía previstas las deportaciones que incluían la intercepción de embarcaciones, captura de traficantes y la “realización de las operaciones de devolución de los nacionales de ambas partes por la vía marítima”.

En la práctica, sin embargo, el Gobierno mexicano daba cobertura legal a buena parte de los migrantes irregulares cubanos detenidos en su territorio amparándose en la ley de refugiados y protección complementaria, aprobada en 2012, que garantiza a los indocumentados la posibilidad de no devolverlos “al territorio de otro país en donde su vida se vería amenazada o se encontraría en peligro de ser sometido a tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes” aunque no hayan sido reconocidos como refugiados.

En la última crisis migratoria, México participó de forma activa en el acuerdo alcanzado con Panamá, Costa Rica y El Salvador, recibiendo a más de 6.000 cubanos a los que ofreció un documento provisional por razones humanitarias para permanecer en el país 20 días y seguir su camino hacia EE UU. A pesar del memorando que acaba de entrar en vigor, soluciones como esta podrían volver a repetirse al amparo del artículo 19, que prevé la suspensión del memorando “por razones de protección del Orden Público o de la Seguridad del Estado, así como por motivos sanitarios o por causa de fuerza mayor”.

El memorando señala también que los ciudadanos de cualquiera de los países que no estén contemplados en el acuerdo para la supresión del requisito de visa de 1994 deberán obtener la documentación correspondiente y tanto Cuba como México se comprometen a intercambiar la información disponible.

Las relaciones entre Cuba y México se han fortalecido en los últimos meses, particularmente desde la visita de Raúl Castro al país norteamericano el pasado noviembre de 2015. Fruto de este viaje son también la Cámara Binacional de Negociospresentada este lunes, varios programas de colaboración (académico-diplomática, de turismo y de alimentación) y una carta de intenciones para la colaboración técnica en la educación básica.

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