Ningún funcionario de ambos países ha aclarado el contenido ni las implicaciones del acuerdo, firmado por la canciller salvadoreña, Alexandra Hill, y el secretario interino de seguridad de Estados Unidos, Kevin McAleenan.
Efe tuvo acceso al documento y presenta algunas claves sobre el acuerdo:
– EL SALVADOR ABRIRÁ SU TERRITORIO
El Salvador se comprometió en recibir en su territorio a las personas que soliciten el asilo tras llegar a un puerto de entrada o cruzar alguna de las fronteras estadounidenses.
El documento señala que el Gobierno salvadoreño no enviará a otro país a los solicitantes de protección antes de que Estados Unidos haya tomado una decisión sobre la petición.
También apunta que el país centroamericano deberá establecer un procedimiento para resolver la situación de las personas que desistan de la solicitud de asilo.
– REASENTAMIENTO EN EL SALVADOR
Pese a que El Salvador es uno de los países más violentos del mundo con tasas de homicidios de entre 103 y 50,3 homicidios por cada 100.000 habitantes entre 2015 y 2018, el acuerdo abre la posibilidad de reasentar a los solicitantes de asilo en su territorio.
El artículo 8 del acuerdo expresa que ambas partes “se esforzarán por ayudarse mutuamente en el reasentamiento” de personas que requieran “protección en circunstancias apropiadas”.
– EXCLUYE A SALVADOREÑOS
Uno de los primeros artículos del texto apunta que los procedimientos establecidos entre ambos países no aplican para salvadoreños o personas sin nacionalidad que vivan habitualmente en este país.
Se prevé que los salvadoreños que lleguen de forma irregular a Estados Unidos para solicitar asilo sean enviados a Honduras o Guatemala, países que también han firmado acuerdos similares.
– MENORES NO ACOMPAÑADOS
El acuerdo entre el Gobierno de Trump y del salvadoreño Nayib Bukele también incluye a los menores de edad que arriban a Estados Unidos sin la compañía de sus padres.
El artículo 4 señala que la decisión de procesar o no una solicitud de asilo recaerá en EE.UU. en los casos de menores no acompañados y las personas que hayan entrado a ese país con un documento de tránsito o visa, sin que quedé claro si los niños y adolescentes podrán ser enviados a territorio salvadoreño.
El Salvador no podrá discutir ninguna decisión sobre estos casos.
– CREACIÓN DE NUEVOS PROCEDIMIENTOS
El artículo 7 del documento estipula que ambos países desarrollarán procedimientos para “ayudar con la implementación de este acuerdo”, incluido un canal de notificación a El Salvador antes del traslado de los solicitantes de asilo a ese país.
“Estados Unidos trabajará con El Salvador para identificar a las personas apropiadas que serán transferidas de conformidad con este acuerdo”, señala el texto.
El mismo apunta que el Ejecutivo de Trump “tiene la intención” de fortalecer las “capacidades institucionales” salvadoreñas, sin detallar si invertirá en la construcción de infraestructura para resguardar a los solicitantes de asilo enviados a El Salvador.
“Este acuerdo entrará en vigencia luego del intercambio de notas de ambas partes indicando que cada una ha completado los procedimientos legales internos necesarios para poner en vigencia el acuerdo”, señala el documento.
Al pasar siete días de su entrega en vigor, El Salvador y EE.UU. implementarán un plan inicial para determinar “los procedimientos necesarios para efectuar la transferencia de personas” y el solicitantes que recibirá el país centroamericano.
Antes de firmar el documento, la canciller Hill aseguró a periodistas en Washington que el mismo era “un acuerdo marco para poder trabajar en estrecha colaboración y cooperación en los diferentes temas” que les atañen.
No obstante, el acuerdo no hace referencia a otros temas.
– SIN CONDICIONES DE ASILO
El presidente Bukele admitió recientemente en EE.UU. que su país “no tiene condiciones de asilo” y que el acuerdo responde a una carta de entendimiento firmada el 28 de agosto pasado.
“El Gobierno (salvadoreño) no tiene la capacidad para mantenerlos en un ambiente humano, digno, limpio, moderno, seguro”, dijo Bukele en una rueda de prensa.
El jueves pasado, tras dar un discurso en la sede de las Naciones Unidas, Bukele negó que su país sea parte de un “cerco” de Estados Unidos para frenar la migración y sostuvo que únicamente apoya a su “aliado natural más grande”.