El gobierno de Trump prueba un plan secreto de deportaciones exprés en la frontera, según The Washington Post

El gobierno de Donald Trump está poniendo a prueba un programa secreto en El Paso, Texas, para hacer deportaciones exprés a solicitantes de asilo que llegan a la frontera sur, según informa The Washington Post.

El plan piloto que se denomina Prompt Asylum Claim Review (Programa de Revisiones de Solicitudes de Asilo Rápido) simplifica el proceso para que los migrantes que buscan un lugar seguro en Estados Unidos tengan una respuesta a sus peticiones en menos de 10 días en lugar de meses.

Actualmente, con las cortes de migración colapsadas con más de un millón de casos pendientes, esos procesos pueden tomar meses e incluso años.

Según dijo una fuente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) a The Washington Post en condición de anonimato, con el nuevo programa a los migrantes se les da un día para llamar a un familiar o abogado y después tiene una entrevista con un oficial de asilo que determina si tienen un miedo creíble de ser perseguidos en sus países de origen. Quienes el gobierno considere que no cumplan los requisitos podrían ser deportados en un plazo de 10 días.

El programa piloto que comenzó este mes en El Paso es otra de las medidas del gobierno estadounidense para desincentivar la migración indocumentada a EEUU y sacar lo más pronto posible a los solicitantes de asilo que consideren que no tienen casos legítimos.

La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) dijo a The Washington Post que el nuevo programa niega a los solicitantes de asilo acceso al debido proceso y limita el rol que pueden tener los abogados, ya que en las estaciones de la Patrulla Fronteriza los migrantes solo pueden tener breves conversaciones telefónicas con ellos.

“Este es otro ejemplo de la Patrulla Fronteriza llevando a cabo un programa piloto en secreto, sin el escrutinio del Congreso ni del público”, le dijo Astrid Dominguez, la directora del Centro de Derechos de la Frontera de ACLU a ese diario.

El sector de El Paso se convirtió en el último año fiscal en el área donde más crecieron las aprehensiones de indocumentados por parte de la Patrulla Fronteriza, principalmente de unidades familiares (niños acompañados por un padre o tutor legal).

Para atender ese influjo, la Patrulla Fronteriza abrió un centro temporal de recepción de migrantes con 1,500 camas que, según fuentes consultadas por Univision Noticias, ahora, con la caída en los números generales de aprehensiones registrados en los últimos meses, está al 25% de su capacidad.

Ese descenso en el número de cruces de indocumentados se produjo después de que México se comprometiera con la administración Trump a una serie de medidas para frenar la migración de indocumentados que pasaban por su territorio de camino a Estados Unidos y después de que el gobierno de López Obrador aceptara recibir a solicitantes de asilo, principalmente centroamericanos, mientras esperan que las cortes den respuesta a sus casos.

Bajo ese programa, conocido como Protocolos de Protección de Migrantes (PPM), y para desatascar las cortes de migración y desalentar la llegada de más indocumentados, el gobierno de Trump puso en funcionamiento en los últimos meses varias cortes en carpas instaladas en la frontera en Laredo y Brownsville, en Texas. En ellas atienden las peticiones de asilo de los inmigrantes que esperan en México.

Además, en los últimos meses, EEUU ha firmado acuerdos con El Salvador, Honduras y Guatemala para deportar de manera expedita a adultos y familias que las autoridades consideran que no tienen base legal para permanecer en el país, lo que facilitaría también la aplicación de este programa piloto.

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