Documentan abusos del INM contra migrantes

Constantes violaciones a los derechos básicos y garantías jurídicas de los migrantes es el resultado del monitoreo que organizaciones civiles hacen en los últimos años en algunas de las estaciones migratorias del Instituto Nacional de Migración que existen en el sur y norte de México, esto se reveló en el informe que difundieron estos organismos en el Obispado de la Diócesis de Saltillo.

Con la presencia de personal de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU, representantes de “Frontera con Justicia”, de Saltillo; “Sin Fronteras I.A.P.”, de Villahermosa y el “Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova”, de Tapachula, informaron que encontraron una situación muy similar en lo que llamaron “centros de detención” de Saltillo, Villahermosa, Tenosique, Distrito Federal y Tapachula.

Juan Javier Martínez, parte del equipo de Belén Casa del Migrante, quien participó en la investigación de la estación migratoria de esta ciudad, aseguró que ahí encontraron deficiencias en la alimentación, atención médica y elementos de higiene que se proporcionan a los migrantes que son detenidos.

Además se tuvo conocimiento del maltrato que reciben estas personas por parte de las corporaciones policiacas y los agentes migratorios, incluso se contabilizaron 40 niños y adolescentes en el último año, quienes permanecían semanas en la estación a pesar de que esto no es permitido.

Carolina Carreño de “Sin Fronteras” presentó lo documentado en Tabasco y el Distrito Federal. Además de coincidir en lo mencionado por Martínez, apuntó que en los migrantes detenidos encontraron “graves afectaciones a la salud mental”, esto generado por la falta de información de sus derechos y lo complicado que es para ellos acceder a la justicia.

Fermina Rodríguez relató lo que sucede en el centro de detención más grande de América Latina, ubicado en Tapachula, aunado a todo lo anterior aquí se resalta que las violaciones afectan de forma trasversal a hombres, mujeres y niños, así como la existencia de un debido proceso, “documentándose incluso la existencia de una celda de castigo”.

Por su parte, el sacerdote Pedro Pantoja, de “Frontera con Justicia” y coordinador de la Casa del Migrante, señaló que estos sitios bien pueden considerarse como cárceles al darse a conocer que en algunos incluso encierran a los migrantes en celdas bajo candado.

Los representantes de estas organizaciones denunciaron que las investigaciones se llevaron a cabo a pesar de las dificultades que encontraron por parte de las autoridades del Instituto Nacional de Migración, quienes, entre otras trabas, impidieron el acceso a lugares comunes de esos sitios.

Dentro del informe se enlistaron propuestas que hacen las tres organizaciones involucradas, con el propósito de revertir esta situación, en la que, afirman, el Estado Mexicano considera la migración como tema de seguridad nacional.

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