Desiertos, cementerios de migrantes

Los desiertos ubicados en la frontera entre México y Estados Unidos se han convertido en un cementerio para migrantes mexicanos o centroamericanos que van de paso al país vecino.

El pasado 15 de octubre, una caravana de mujeres centroamericanas arribó a México para buscar a sus familiares desaparecidos, en las rutas con mayor flujo migratorio.

En las morgues instaladas en territorio estadunidense, principalmente en Texas, Arizona y California hay decenas de cuerpos no identificados.

El director de la Casa del Migrante Scalabrini, Luis Kendzierski, explicó que algunos de los migrantes que se alojan ahí, refieren que durante su trayecto para cruzar encuentran restos humanos.

“Ellos van en el camino y se van no se quedan parados no van a decir a la Patrulla Fronteriza porque tienen que irse, entonces, el único testimonio que existe es el que ellos dan (…) se habla de los riesgo pero el migrante ha pasado por muchos riesgos y no pone límites”.

Christian Ramírez, director de la Coalición de Comunidades al Sur de la Frontera, explicó que las zonas donde son encontrados los cuerpos son los corredores principales de la frontera: Baja California, Sonora y Tamaulipas.

Subrayó que tanto al gobierno estadunidense como al mexicano les hace falta voluntad para atender el fenómeno que por años ha permanecido.

“No hay ni siquiera la más mínima intención de las autoridades con todo el presupuesto que tienen destinado a resguardar la frontera… tienen la mínima intención de atender esta situación y no es por desconocimiento las autoridades saben perfectamente bien que esta situación existe”.

Lo migrantes que intentan cruzar hacia Estados Unidos a través del cruce por los desiertos se exponen a las altas temperaturas pero también a ser víctimas de robo, secuestros y extorsiones a manos de los cárteles del narcotráfico.

“Estamos hablando de zonas inhóspitas, de muy difícil acceso incluso para las propias autoridades en algunos casos debido a la presencia del crimen organizado del lado mexicano y algunos puntos estadounidenses, es muy complicado incluso para las propias autoridades americanas ingresar”, dijo el activista.

Ir a la nota fuente