Cruce y muertes de indocumentados sigue siendo una constante en la frontera

A pesar del incremento en el número de agentes de la Patrulla Fronteriza y el uso de avanzada tecnología, el cruce y las muertes de inmigrantes indocumentados sigue siendo una constante en la frontera de Arizona, al igual que los reportes de abusos y violaciones a los derechos civiles cometidos por agencias estadounidenses y mexicanas, se informó.

De acuerdo con un reporte dado a conocer por la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), se indicó que al termino del año fiscal 2013, que finalizó el pasado 30 de septiembre, aproximadamente 120 mil inmigrantes indocumentados fueron detenidos en el Sector Tucson, el cual cubre el 90 por ciento de la frontera entre Arizona y México.

El estudio indica que en 2011, la Patrulla Fronteriza estimó que aproximadamente el 87 por ciento de los indocumentados que trataron de ingresar por el desierto de Arizona fueron arrestados, pero expertos no gubernamentales y rancheros entrevistados por investigadores de WOLA, rechazaron esa cifra, estimando que muchos más inmigrantes y traficantes logran cruzar la frontera con éxito.

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Durante el periodo de octubre y diciembre del 2012 el Gobierno Federal utilizó un sofisticado sistema de radar conocido como VADER, el cual detectó a unos 1,800 inmigrantes indocumentados cruzando el desierto de Arizona y que fueron capturados por agentes fronterizos, explica el informe, pero también reveló que otros 1.962 lograron escapar durante este mismo periodo.

El reporte alertó que en la región fronteriza está en incremento el cruce de inmigrantes indocumentados provenientes de países centroamericanos, especialmente en estados como Arizona y Texas.

De acuerdo a cifras de la Oficina del Forense del Condado Pima en el sur de Arizona, 177 indocumentados fallecieron en la frontera de Arizona durante el año fiscal 2013, una cifra similar a la del 2012.

Los inmigrantes indocumentados entrevistados para este informe denunciaron maltratos por parte de agentes de la Patrulla Fronteriza, tales como abuso verbal y falta de privacidad en los centros de detenciones.

Los inmigrantes centroamericanos, a su vez, denunciaron abusos por parte de autoridades mexicanas.