“Hemos señalado que ser ‘tercer país seguro’ no es una cuestión únicamente de la voluntad de un Estado, depende de su adecuación y de las condiciones internacionales que se impone a una persona de acuerdo con los tratados internacionales”, señaló Herrera a los periodistas.
Preguntado por la posibilidad de que Honduras pueda convertirse en un “tercer país seguro”, Herrera señaló que eso implicaría una serie de obligaciones y condiciones que el país centroamericano “no las reúne”.
El defensor del pueblo hondureño destacó la importancia de tener una migración ordenada, regular, segura y responsable y, para ello, considera necesario que todos los problemas sean arreglados en “forma pacífica, beneficiosa y que tenga en cuenta la dignidad de los migrantes”.
“Debemos respetar los tratados internacionales y, sobre todo, tener en cuenta, que los migrantes son seres humanos, sean regulares o irregulares, no se les puede privar de este concepto central que es su dignidad”, subrayó.
Autoridades hondureñas negocian un convenio bilateral con EE.UU., diferente al que firmó en julio pasado Guatemala, que no contempla que Honduras se convierte en un tercer país seguro, aseguró este martes a Efe el secretario hondureño de Relaciones Exteriores, Lisandro Rosales.
Pero publicaciones de prensa señalan que Honduras estarían negociando con Estados Unidos la firma de un convenio de cooperación de asilo que obliga a los migrantes que atraviesan el país a pedir asilo en el país centroamericano en vez de en territorio estadounidense.
Herrera dijo que las personas que huyen por la violencia o el temor a ser asesinada tienen el derecho de “solicitar refugio y a ser atendidos con los procedimientos correspondientes y los tratamientos que corresponden a una persona que busca asilo en otro Estado”.
Una delegación estadounidense, que encabeza el subsecretario adjunto del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), James McCament, llegó este martes a Tegucigalpa para continuar las negociaciones del acuerdo bilateral, sin que por el momento se conozcan más detallas de las pláticas.
Los migrantes que ingresan de manera irregular a un país o pernotan en las fronteras deben “ser atendidos humanitariamente mientras se ventilan sus casos o se decide su retorno voluntario o no respetando su dignidad”, enfatizó el ombudsman hondureño.
Señaló además que el Gobierno hondureño debe velar por “el tratamiento” que recibe la niñez migrante no acompañada que ha sido separada de sus familia, y hacer prevalecer el interés superior del niño.
Además, debe vigilar por los derechos de los migrantes hondureños que se encuentran en México y en territorio estadounidense.
“Esta gente está viviendo en situaciones inciertas, no sabe si en un momento le quitan su estatus y no se sabe verdaderamente que va suceder”, añadió el ombudsman hondureño.
En Estados Unidos, de acuerdo con la Cancillería, se calcula que viven alrededor de un millón de ciudadanos de Honduras, la mayor parte de ellos en condición irregular.