Clausuran albergue de migrantes en Tultitlán

TULTITLÁN, Méx.— La diócesis de Cuautitlán ordenó el cierre definitivo de La Casa del Migrante San Juan Diego en Lechería, al repetirse un enfrentamiento entre presuntos migrantes y vecinos.

El párroco y director de la Casa del Migrante San Juan Diego, Christian Alexander Rojas Pocasangre, informó que recibió la orden de la diócesis de Cuautitlán de cerrar de forma definitiva este albergue, donde llegaban al día un promedio de 200 centroamericanos a comer, dormir y asearse en su paso hacia Norteamérica.

Los hechos violentos que se registraron el fin de semana, en los que presuntos migrantes agredieron a vecinos y destrozaron cristales, aunados a la presunta violación de dos hondureños, uno de ellos mujer, llevó a que colonos clausuraran de forma simbólica el albergue, tras lo cual el obispado, que encabeza Guillermo Ortiz, ordenó el cierre definitivo.

Antes de la notificación de la clausura, vecinos colocaron pancartas con la leyenda: “Cerrada Casa del Migrante. Amigo centroamericano, sigue tu camino. Gracias”, en el albergue que aún atendía a decenas de hondureños, salvadoreños y guatemaltecos la mañana de ayer, que llegaron durante las últimas horas por tren a esta colonia.

El sábado un grupo de supuestos centroamericanos agredió a una vecina y provocó destrozos en la calle Cerrada de La Cruz en Lechería.

Jorge Rodríguez Chávez, presidente del consejo de participación ciudadana de Lechería, reiteró el rechazo vecinal a que el albergue opere en la comunidad, donde se han generado actos delictivos como robos, violaciones y consumo de drogas.

En tanto autoridades de la Procuraduría de Justicia del estado tomaron declaración a los dos hondureños por los migrantes que viven en los alrededores del refugio, tras lo cual continuaron su camino rumbo a Estados Unidos, informó el párroco.

Por la tarde del lunes Rojas Pocasangre informó que recibió la orden del delegado de la diócesis de Cuautitlán de cerrar de forma definitiva el albergue, por lo que procedió a iniciar el desmantelamiento del refugio.

El lunes por la tarde había cerca de 70 hondureños, salvadoreños y guatemaltecos; aún recibían comida, antes de que llegara la orden del cierre definitivo de este albergue. En la calle de Cerrada de La Cruz, policías estatales y municipales custodian el lugar para evitar enfrentamientos.

La mesa de negociación entre autoridades, obispado y vecinos para reubicar el albergue San Juan Diego, quedó suspendida por el proceso electoral, por lo que aún no hay un sitio para ubicar un nuevo refugio.

Esta mesa de negociación se formalizó luego de que el 11 de diciembre de 2011 los vecinos quemaron casuchas de migrantes en vías de ferrocarril y bloquearon la avenida López Portillo para exigir el cierre y reubicación del albergue.

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