Alcalde de Newark firma orden para defender a inmigrantes indocumentados

Ras Baraka, el alcalde de Newark, firmó lo que es declaración más clara y amplia de que la ciudad protegerá a los residentes indocumentados contra las políticas federales de inmigración del presidente Donald Trump.

Rodeado por los miembros del concejo municipal y los grupos de defensa de los inmigrantes, Baraka firmó una orden ejecutiva detallada de 10 páginas, el pasado lunes 19 de junio, que cimenta la política de Newark como una ciudad santuario.

La orden promete que la ciudad no gastará recursos locales para ayudar a cumplir la ley federal de inmigración, a menos que sea requerida por una orden de la corte o una directiva, una promesa que hizo Baraka en noviembre pasado.

Entre los 16 puntos claves, la orden impide que la policía y otros empleados municipales investiguen el estatus de ciudadanía de los residentes, lo que obliga a los individuos a reportar a sus familiares y compartir información personal sobre el origen nacional de una persona. Eso estará prohibido.

“Esta es una oportunidad para hacer de Newark una ciudad justa y acogedora”, dijo Baraka. “Hacer que la comunidad sea más segura para los ciudadanos documentados e indocumentados por igual”.

La orden ejecutiva de Baraka es un desafío directo a orden ejecutiva de Trump del 25 de enero, cuyo objetivo es despojar de los fondos federales de las ciudades santuarios, pero que sufrió un golpe en abril cuando un juez lo bloqueó parcialmente.

Pero Baraka dijo que la orden presidencial “no es realmente una amenaza en absoluto” con la inminente política presupuestaria de Trump, que recorta una serie de programas sociales.

“La política presupuestaria de (Trump) intenta cortar las cosas que amenaza con eliminar de todos modos, así que para nosotros es inútil tomarlo como una amenaza”, dijo Baraka.
Anthony Ambrose, director de Seguridad Pública de Newark, dijo que la Casa Blanca ya está amenazando con las subvenciones al programa Comunidad para Servicios de Vigilancia Comunitaria (COPS por sus siglas en inglés) por un total de “unos cuantos millones de dólares”.

La orden de la Casa Blanca ha encontrado un fuerte rechazo de Baraka, así como de otros alcaldes de Nueva Jersey, que prometen arrestar sólo a inmigrantes indocumentados que participan en actividades delictivas.

La declaración de Baraka llega un mes después de que el inmigrante indocumentado Arino Massie, de Metuchen, fuera deportado a Indonesia, su país natal, después de vivir en Estados Unidos durante 16 años. Decenas de personas se reunieron fuera del centro de detención de Elizabeth en apoyo de Massie, que dejó atrás a su hijo de 13 años y su esposa.
“Creemos que tenemos razón, y el hecho de que creamos que estamos en lo cierto nos da la fuerza para seguir avanzando independientemente de cualquier amenaza del gobierno federal”, dijo Baraka.

La orden coincide con el Mes de la Herencia Inmigrante, celebrado cada junio en todo el país desde el 2014. Las organizaciones involucradas en la última iniciativa de Newark incluyen: NJ Alliance for Immigrant Justice, 32BJ SEIU, Make The Road, ACLU y NJ Working Families.

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