Según el DHS, unos 300 inmigrantes serán procesados diariamente a través de por lo menos dos puertos de entrada, pero Jacobson aclaró que empezarán “con números muy pequeños” para asegurar que “todo funcione bien”.
“Cuando lleguen al puerto de entrada, toda la información que fue recabada por ACNUR será revisada por los funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. Y el proceso en Estados Unidos debe ser bastante rápido”, explicó la funcionaria.
La Casa Blanca resaltó este martes que los beneficiarios “no deben tomar ninguna medida en este momento” y deben esperar instrucciones adicionales, que incluyen un registro virtual y una notificación con fecha y lugar para proceder hacia un puesto fronterizo.
Según el capítulo de México de ACNUR, los casos serán “pre seleccionados con base en criterios de Estados Unidos”. La institución publicó un sitio web en el que ofrecerá información desde el próximo 19 de febrero, fecha en que se inicia el programa oficialmente.
“Detención alternativa”
Jacobson explicó a la VOA que bajo este proceso “no tenemos en mente detener a la mayoría de las personas”, debido a que serán examinadas en varias instancias antes de ser llamadas a un puerto de entrada.
El criterio, según dijo en una entrevista a la cadena Telemundo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, será considerar que los inmigrantes “no son un riesgo para los estadounidenses”.
Organizaciones humanitarias en el área fronteriza de Estados Unidos trabajarán en conjunto con las autoridades para dirigir a quienes logren ingresar la país, una práctica de larga data.
Funcionarios del DHS dijeron que a pesar de que “la mayoría” de los migrantes no serán enviados a centros de detención, deberán cumplir con medidas de “detención alternativa”, las cuales no especificaron.
Jacobson, sin embargo, mencionó la posibilidad de “chequeos por teléfono y electrónicos” para asegurarse de que los migrantes se presenten en las audiencias con jueces para determinar su estadía permanente, o no, en el país.
En el pasado se han colocado grilletes electrónicos a los inmigrantes, que han tenido que presentarse seguidamente ante un juzgado.
Estas medidas representan un revés a la política de “cero tolerancia” instituida durante la administración Trump, cuya orden era detener, deportar o enviar a México a los migrantes, sin darles oportunidad de permanecer en Estados Unidos mientras un juez alcanzaba un veredicto sobre su caso.
En otros casos, cientos de niños fueron separados de sus padres al ser procesados en la frontera. Muchos de ellos aún no han sido entregados a sus progenitores.
La frontera está cerrada
La Casa Blanca advirtió este martes que las fronteras del país “no están abiertas” y que esta es solo la primera fase para reabrir “el acceso a un proceso de asilo ordenado”.
“Si una persona busca ingresar a EE.UU. y no se encuentra entre los beneficiados con caso activo bajo el PPM, será expulsada de inmediato y no se le permitirá permanecer en Estados Unidos”, expresó en un comunicado el Consejero de Seguridad Nacional Jake Sullivan.
Jacobson subrayó que las personas que no aplicaron a este proceso “deben esperar”, adelantando que entre las siguientes fases de este programa se crearán “más caminos para llegar a Estados Unidos de manera legal”.
“La gente que está fuera del programa tendrá otras posibilidades, quizás por programas de trabajo temporal, por más visas en América Central”, añadió.