Aborda Los Angeles Times panorama de reforma migratoria

En su colaboración editorial, el ex funcionario estadounidense Robert C. Bonner calificó como un error y enorme desperdicio de dinero de los contribuyentes el reforzamiento de la frontera.

“El aumentar el tamaño de la Patrulla Fronteriza y mas medidas en la frontera es un serio error y solo será perdida de dinero de contribuyentes, aseguró Bonner, quien encabezó la Administración de Control de Drogas de 1990-1993 y fue comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza desde 2001 hasta 2005.

“La mejor opción y en medio de un sistema migratorio fracturado será la orientación y control de empleadores y eso sería mucho más barato para frenar la inmigración indocumentada”, recomendó.

El Congreso, dijo, tiene razón en estar preocupado acerca de cómo evitar errores de la Ley de Reforma de Inmigración de 1986, que proporcionó estatus legal a varios millones de personas, pero no hizo prácticamente nada para reducir la inmigración ilegal.

En los últimos 10 años, Estados Unidos ha gastado miles de millones para duplicar el tamaño de la Patrulla Fronteriza a 21 mil agentes y sin duda la frontera es más segura que antes, aceptó.

La siguiente tarea, por lo tanto, no debe ser apretar aún más la frontera, sino cortar el “imán de trabajos” que atrae a casi todos los indocumentaods a Estados Unidos.

“Lo mejor será reforzar sanciones penales y administrativas a empleadores estadounidenses por contratar a personas no autorizadas”, sugirió, en lugar de los miles de millones de dólares que se gastarán para emplear más agentes.

Por su parte, el columnista Doyle Mcmanus escribió en su colaboración que la reforma migratoria parece estar segura de ser aprobada en el Senado, pero no en la Cámara de Representantes en donde hay mayoría republicana y son más conservadores.

De seguir habiendo una resistencia de los republicanos, éstos podrían tener asientos seguros en el Congreso en 2014, pero su partido estaría peor en las presidenciales de 2016, dijo Mcmanus.

Casi dos tercios de los 234 republicanos de la Cámara representan a distritos donde los latinos constituyen menos del 10 por ciento de la población gracias a la magia de la distritación del Congreso, resaltó.

En la Cámara de Representantes el partido Republicano representa en forma desproporcionada votantes que están en las áreas rural, anglosajones y de clase trabajadora, los de mayor probabilidad de oponerse a la ciudadanía para los inmigrantes ilegales, anotó.

Para muchos de los miembros de la Cámara, haciendo suya la ciudadanía para los inmigrantes ilegales no sería más que un tramo ideológico, sino que podría ponerlos en peligro de enfrentar un desafío de la derecha en la próxima primaria republicana, indicó.

En la eventualidad de que la Cámara de Representantes apruebe una ley de inmigración el mes que viene, entonces, compartió, se necesitará llegar a un acuerdo con el Senado, en una conferencia, probablemente en el otoño.

“Y eso nos llevará a uno de los obstáculos más potenciales: Los grupos del Tea Party han prometido organizar mítines y presentarse en reuniones municipales con miembros del Congreso en agosto, justo como lo hicieron cuando el Obamacare era debatido en 2009 y 2010.

El resultado bien podría ser un punto muerto en la Cámara y el Senado, lo que no será bueno para el Partido Republicano. Los votantes latinos, al menos, serán más propensos a dar a los demócratas el crédito para tratar de aprobar una ley – y culpar a los republicanos por negarse.  

“Si eso sucede, los miembros republicanos de la Cámara tendrán sus asientos más seguros en 2014, pero su partido estará peor en las elecciones presidenciales de 2016. Y, en cierto sentido, los republicanos optarán por el beneficio a corto plazo, pero será doloroso a largo plazo”, finalizó.

Ir a la nota fuente