Un alivio temporal para los inmigrantes

La orden ejecutiva es un alivio inmenso para personas que llevan muchos años viviendo en este país, trabajando honradamente, criando una familia, y siempre con el temor a la espada de Damocles de la deportación pendiendo sobre sus cabezas. Para estos millones de inmigrantes, la decisión de Obama es una tabla de salvación esperada desde hace mucho tiempo. Como dijo la activista Nora Sándigo, de la organización Fraternidad

Americana, “este día es histórico porque es un día lleno de bendiciones para millones de familias y millones de niños que van a tener la tranquilidad de poder levantarse, comer, ir a la escuela y dormir en paz” sin el temor a que los deporten.

Ahora bien, la acción ejecutiva salva de seguir viviendo ocultos a casi la mitad de los once millones de indocumentados en la nación, pero deja fuera a una cifra considerable. Los que entraron ilegalmente hace cinco años o más, y que no tengan antecedentes criminales, están a salvo; los demás, y los que vengan ahora, enfrentan el riesgo de la deportación.

Por lo tanto, la acción es un remedio temporal. Incluso el presidente que suceda a Obama puede revocarla. De ahí que cuando el nuevo Congreso, dominado por los republicanos, se instale en enero, debe trabajar inmediatamente para redactar e implementar una auténtica reforma de inmigración que resuelva el problema de los indocumentados y a la vez controle mejor las fronteras nacionales. En este último aspecto, el gobierno de Obama ya ha dado pasos firmes en los últimos años.

Otro punto a considerar: la reforma no debe limitarse a contemplar un camino a la residencia permanente o a la ciudadanía. Muchas personas solo quieren venir a Estados Unidos para trabajar por un tiempo y luego regresar a sus países, especialmente los trabajadores agrícolas. Un programa de trabajadores temporales (que ya se ha llevado a cabo en diversas ocasiones) sería una parte bienvenida de la solución. Los empresarios y las cámaras de comercio deben presionar a la mayoría republicana en el Capitolio para que consideren ese tipo de arreglo, y también para que propongan de una vez una reforma factible.

En resumen, la orden ejecutiva de Obama es un alivio temporal para muchos inmigrantes, pero deja a otros en el limbo. El Congreso debe superar las divisiones partidistas para que el año próximo pueda tener lista una reforma migratoria integral y duradera, que nos beneficie a todos.

 

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