Seguridad y migración: Napolitano se va

 

Por la frontera cruza más de un millón de personas al día y más de 350 mil vehículos a lo largo de sus 56 puntos de entrada. Es la más transitada del mundo. Existe ahí un intercambio comercial de 500 mil millones de dólares al año que significa mil 300 millones diarios. México y EU comparten la frontera más activa, por lo que se busca un equilibrio que fortalezca las alianzas y los beneficios en materias económica, comercial y de seguridad. Junto con Canadá se trata de construir la región más competitiva y segura del mundo, por lo que durante la visita de Napolitano a México se reforzaron los intereses de compartir información e inteligencia en ambos lados y en tiempo real. Se plantearon las cuatro estrategias para la dinámica fronteriza: planeación por regiones de los objetivos; coordinación ordenada entre las distintas autoridades; prevención de incidentes y posibles actos de violencia mediante el fortalecimiento institucional; y evaluación constante de las acciones instrumentadas. El discurso no ha sido muy distinto del de gobiernos anteriores, tanto priístas como panistas. La dinámica en la frontera es constante y continua. No se puede pensar en nuevas políticas. Sin embargo, el cambio está en los matices: en cómo y de qué manera se respetan los intereses nacionales. 

La visita se dio justo 10 días después de que por primera vez en la historia viajaran juntos a Estados Unidos y Canadá nuestros secretarios de Defensa y de Marina. Es claro que existe un objetivo trilateral por reforzar la seguridad regional. Además de estar con altos funcionarios tanto en Washington como en Ottawa, los secretarios Cienfuegos y Soberón fueron recibidos por el comandante del Comando Norte, general Charles H. Jacoby, en Colorado. La preocupación sobre el tema de seguridad ha sido una constante para Estados Unidos. Actualmente, además de centrarse en los actos de terrorismo y ciberataques, se enfoca en las amenazas de violencia y crimen organizado. La coordinación de acciones y políticas es fundamental en las fronteras de los tres países. A los tres interesa contar con estrategias anticrimen, adiestramiento, defensa militar, seguridad nacional, espionaje, transferencia, desarrollo y adquisición de tecnología militar y —ahora más que nunca— orientación a paisanos sobre las leyes laborales. 

Con la pasada visita de los secretarios de Defensa y Marina, y con la reunión esta semana de Janet Napolitano, el gobierno de Peña Nieto se suma y transmite así su interés de estrechar la coordinación en temas de seguridad y de desastres naturales. Acciones coordinadas de los aparatos bilaterales de inteligencia permitieron la semana pasada la captura del tan buscado capo Z-40. La labor de Gobernación seguirá con un control de ventanilla única, pero con mandatos precisos a todo el gabinete mexicano. 

Con Napolitano se decidieron los pasos a seguir, pues la seguridad no se reduce al perímetro de América del Norte. En este momento, la situación en Centroamérica representa una fuerte amenaza, por lo que se requiere un compromiso por parte de México de reforzar su frontera sur. Napolitano renunció, pero debe constatar que el tema de seguridad mantendrá la dinámica que instauró la primera administración Obama con los matices a que obliga un nuevo gobierno mexicano. 

Desde noviembre pasado se decía que dejaría su cargo del Departamento de Seguridad Interna para tomar el de procuradora, dado que Eric Holder iba a renunciar. Esto no sucedió y fue ratificada. Hoy renuncia cuando la reforma migratoria está parcialmente estancada. Las estadísticas denotan que si la votación de los representantes fuese ya, los 227 votos en contra harían imposible que la reforma se acepte. En este momento el personaje de Napolitano es controversial: así como siempre ha estado en favor de una reforma migratoria, lo que es cuestionado por los republicanos, con ella misma se alcanzaron en estos dos últimos años más de 1.6 millones de deportaciones. En muchos casos fueron salidas injustas por lo que las organizaciones promigrantes cuestionan enormemente los resultados de su labor. A pesar del reconocimiento por asegurar como nunca la frontera, su salida permitirá al presidente Obama replantear, en su totalidad, su gabinete de seguridad y reforzar también su propuesta para la reforma migratoria. Napolitano era el único alfil del gabinete anterior. Ella será, ahora, rectora de la Universidad de California. 

El binomio seguridad-migración es, nuevamente, pieza clave en la balanza bilateral

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