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¿Partir es morir?

¿Partir es morir?

Publicado el 25 de abril de 2014
por Alejandra Cullen en Sin Embargo

El tema permea todos los ámbitos: el cine, las vías férreas de “La Bestia”, los albergues, la Corte e incluso las calles de la capital. A donde volteemos el abuso al migrante está presente y nos recuerda la simulación institucional mexicana, acompañada de los extremos de nuestra sociedad. Ellos viven en carne propia lo mejor y lo peor de nuestro país.

La semana pasada llegaron a la capital migrantes mutilados por “la bestia” que no fueron recibidos por el presidente. Esta semana otro grupo organizado por el albergue “la 72” marchó en la Ciudad.  Exigen, una vez más, libre tránsito. Fueron recibidos en Los Pinos, pero no hay pronunciamientos formales.

“La Bestia” quedó paralizada después de un ataque a un grupo de migrantes entre Arriaga e Ixtepec. Cuatro murieron y 450 quedaron varados en el saturado albergue “la 72” lo que creo hacinamiento y carencia. Mientras, en Veracruz, uno de los pasos más peligrosos, el gobernador, que destaca por su incompetencia y opacidad, se vanagloria por haber demandado a la compañía ferroviaria por cargar migrantes. Prefiere que caminen miles de kilómetros sin protección… total, domina el arte de maquillar cifras delictivas.

Por su parte, sigue en pie la lucha legal de los parientes de los 72 migrantes asesinados en San Fernando Tamaulipas contra la CNDH por su lamentable recomendación 80/2013. Con este asunto, la Comisión mostró su peor cara. Intolerante al cuestionamiento y se defiende jurídicamente. Argumenta la improcedencia del amparo en parte porque los quejosos firmaron con su huella digital. En su osadía, impulsó al creador de dicha recomendación, Fernando Batista, como comisionado del IFAI quien, ante los cuestionamientos en el Senado, explicó que no entrevistó a los familiares porque no lo buscaron. Esos son los defensores institucionales y autónomos de los derechos humanos en México.

Pero oficialmente, el gobierno sana sus culpas y reconoce el problema. Se toma fotos con presidentes centroamericanos y en 2013, le otorgaron del Premio Nacional de Derechos Humanos al Padre Alejandro Solalinde, principal protector y defensor de los migrantes. Es más respetable premiar al padre Solalinde que a la Sra. Wallace, pero no es suficiente para atender la crisis social de la migración en todo el territorio nacional.

En el cine, Canana estrenó ¿Dónde está Dayani Cristal?. Es un documental fresa sobre el drama de los migrantes que, se opaca comparado con la película “Sin nombre” de la misma casa, o con las descripciones de Alejandro Hernández en “Amarás a Dios sobre todas las cosas”. Gael García apenas rozó la experiencia. Sin embargo todo lo que recuerde la existencia del problema ayuda a posicionar el tema en la agenda pública y honrar a aquellos que dejan todo por una vida mejor.

La migración crece exponencialmente. Los flujos son de tal magnitud que el crimen organizado se apropió de todo negocio relacionado con ellos. Mientras las autoridades pasan por alto su existencia. ¿Será que como no son mexicanos no son dignos de atención? ¿será que aquí los derechos humanos sólo aplican para mexicanos? Las reformas legales en la materia son marginales, el Instituto Nacional de Migración está rebasado y junto con la policía migratoria son un desastre tanto en su formación como en su diseño institucional.

Las autoridades muestran su faceta más liberal. Conocen el problema pero dejan que “el mercado” se autoregule. ¿Creerán que la “mano invisible” de Adam Smith lo va a atender? Toleran que los migrantes viajen en tren a la vista de todos; que se refugien en albergues donde pueden comer, descansar y curarse o que los habitantes a lo largo de las vías los alimente, y los proteja. De la misma manera permiten que se cometan los abusos más atroces: desde robo, violación extorsión y secuestro hasta trata y trabajos forzados. El migrante experimenta las mayores muestras de solidaridad posibles y las mayores atrocidades que el ser humano puede cometer.

Vive en carne propia a México con todas sus contradicciones. La crisis social de los migrantes es una magnífica representación de México: la confusión de nuestro modelo de desarrollo, la limitada identificación de nuestras prioridades, la soberbia institucional y la bipolaridad de la sociedad. La migración muestra la capacidad institucional para evadir temas sociales hasta que se desbordan. Mientras, la sociedad manifiesta su identificación con el problema. Unos los discriminan por pobres y abusan de ellos por estar indefensos. Revelan su ira contra el débil porque ahí se ven reflejados. Otros, dignifican y se solidarizan con estos férreos luchadores porque también ahí visualizan imagen y semejanza o la de sus parientes que ya se fueron. Finalmente, la última, simplemente los ignora. Se queja de los americanos, pero omite asumir que tratamos a los centroamericanos peor que como nos tratan en EUA.

¿Será que eventualmente el estado busque recobrar también el control de este mercado?

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Clasificación
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País

México

Temática general
[Derechos Humanos][Derechos Humanos][Migración]

Temática específica
[132][134][125]



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