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La reforma inmigratoria, un laberinto que no garantiza algo mejor

La reforma inmigratoria, un laberinto que no garantiza algo mejor

Publicado el 18 de abril de 2013
por Alejandra Castañeda en CNN México, Las Claves de la Reforma Migratoria, Opinión 

 

 Pasan los días y la reforma migratoria parece estancarse.

Las discusiones que se ventilan en la prensa se muestran como indicadores de la dificultad que se tiene en Estados Unidos de conciliar el mito del `sueño americano` y la tierra de los inmigrantes con el discurso de la legalidad y la seguridad nacional.

Para comprender los laberintos por los que pasa la reforma inmigratoria hay que concebirla como un campo de batalla, donde lo mismo se construyen políticas de visas, de empleo, o seguridad nacional, que se juega el significado de la nación misma.

Ya lo planteó Obama en el discurso con el que inauguró el presente debate: en la historia de Estados Unidos todos alguna vez formaron parte del “ellos” antes de pasar a ser parte del “nosotros” americano.

En el actual espacio discursivo sobre la reforma migratoria, las visiones restriccionistas y las inclusionistas están enfrentándose, solo que, a diferencia de otros momentos históricos, ambas posturas tienen fuerza, voz y presencia pública.

En estos momentos preocupa el tono que tomará la reforma migratoria.

¿Cómo se reformará el actual sistema migratorio norteamericano? Es importante recordar que la reforma de 1996 criminalizó a la migración indocumentada y sentó las bases para la actual situación de deportación de quienes solo tienen faltas migratorias (faltas menores), que por efecto de suma se convierten en delitos agravados, convirtiendo en términos legales a quienes se encuentran en estos casos en delincuentes peligrosos y por tanto, prioritarios para deportación.

Esta situación, a su vez, ha llevado a la crisis humanitaria por separación familiar por deportación, donde hijos—quienes son ciudadanos americanos— son separados de sus padres y madres indocumentados.

LEER: Las claves de la reforma inmigratoria en EU

Una reforma inmigratoria que no resuelva los presentes y futuros escenarios de separación familiar y de criminalización de la migración, se verá destinada a repetir el actual caos.

Desde la perspectiva estadounidense, el aspecto más controversial radica en la regularización de los inmigrantes indocumentados, quienes en principio, rompieron con la ley.

Desde la perspectiva del ciudadano estadounidense, este aspecto es, en términos ideológicos, el que dificulta romper con la idea generalizada de que quien es indocumentado, por romper la ley, es ilegal, cometió un crimen y debe pagar las consecuencias por ello.

Aquí yace una de las claves por las cuales se complica pasar una reforma que incluya el tema de la regularización.

Sobre este punto se habla de establecer un proceso en el que se pagarían multas por violentar la ley, impuestos atrasados y las cuotas del trámite que llevarían al solicitante a colocarse al final de la fila.

Sin embargo, si se mantiene el actual sistema de cuotas de visas de inmigrantes, el final de la fila tardaría, en el caso de los mexicanos, por lo menos 20 años para proceder. En este sentido, no se resolverá el problema de disfuncionalidad del sistema migratorio norteamericano.

LEER: El mal uso del término `espaldas mojadas`

Para quienes se oponen a flexibilizar el sistema migratorio, y en particular a la regularización de los migrantes indocumentados, han encontrado en el discurso de la seguridad la mejor justificación para fundamentar su rechazo a la migración indocumentada. Desde esta perspectiva, una reforma migratoria que implique regularización de indocumentados solamente puede darse cuando la seguridad en la frontera esté garantizada.

A pesar de que se ha demostrado que la frontera es ahora más segura que nunca —tan solo en 2012 se invirtieron 18 billones de dólares en seguridad fronteriza, el número de agentes, la inversión en tecnología y el uso de drones ha convertido a la frontera México-Estados Unidos en una zona altamente vigilada—, y que desde 2007 a la fecha ha disminuido la migración indocumentada a Estados Unidos, el discurso que asimila al migrante con sinónimo de riesgo sigue permeando las posturas políticas restriccionista y el imaginario social norteamericano.

Finalmente, en la propuesta de los senadores se privilegia a algunos grupos: los dreamers, los trabajadores calificados y los trabajadores agrícolas.

Con ello se sigue una estrategia de separar a los grupos que tienen más simpatías con el pueblo americano y el sector corporativo, para concentrar la mano dura en el grupo más amplio de migrantes indocumentados, buscando dividir a la opinión pública para precisamente continuar con políticas restrictivas y de exclusión. 

Siendo que este será seguramente el camino que se va a seguir, queda por ver los detalles de la vía —y por ende la vida— que se dibujará para los migrantes indocumentados y sus familias, y sus posibilidades de construir, sin miedo, una vida digna en Estados Unidos.

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País

Estados Unidos

Temática general
[Reforma migratoria][Reforma migratoria]

Temática específica
[151][157]



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