Defensoras y Defensores de Migrantes en México: Informe General 2013

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La ausencia de un sistema que vele por la protección de los derechos humanos ha sido producto de diversas causales históricas vinculadas con regímenes políticos antidemocráticos, modelos económicos que reproducen pobreza y desigualdad, persistencia de estructuras sociales jerárquicas que toleran la discriminación y exclusión, así como contextos de violencia generados por la incapacidad estatal de garantizar condiciones de seguridad pública y humana. A esto se añade la estrategia de lucha contra la delincuencia organizada impulsada por el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Felipe Calderón Hinojosa, quien luego de cinco años y medio de su administración ha sostenido que la erradicación de los grandes cárteles del narcotráfico depende del uso de la fuerza del Estado, aún cuando ello desemboque en innumerables violaciones a los derechos humanos de personas que no están vinculadas a grupos delictivos y al uso inadecuado del sistema de justicia.

México atraviesa por una crisis en materia de derechos humanos y muestra de ello son los 45 periodistas asesinados en territorio mexicano en el periodo de 2006 a mayo de 2012 ; las más de 3,000 personas desaparecidas forzosamente, desde el 2006, por autoridades de los tres niveles de gobierno o con su connivencia; los más de 1,700 feminicidios documentados en 18 estados del país, tan sólo de enero de 2009 a junio de 2010; los casos de mujeres y hombres indígenas cuyos derechos humanos han sido violados por autoridades castrenses; el uso excesivo de la fuerza, la tortura y el asesinato cometidos por autoridades policiacas y militares en contra de movimientos sociales ; los civiles que son asesinados por el ejército y fuerzas policiacas por ser confundidos con narcotraficantes; las personas migrantes que sufren todo tipo de violaciones a sus derechos humanos; así como muchos otros casos que reflejan la descomposición del Estado de Derecho.

Ante este incremento de casos de violaciones a los derechos humanos se impulsa la labor de defensa que realizan hombres y mujeres a lo largo y ancho del territorio mexicano. Sin embargo y como lo ha dicho la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) desde el año 2009, “Al evidenciar violaciones a los derechos fundamentales, así como al exigir al Estado el cumplimiento de sus obligaciones de respeto, protección y garantía, las y los defensores se exponen a una situación de riesgo. Las agresiones en su contra constituyen la respuesta que, al margen de la ley, dan algunas autoridades y agentes no estatales a su labor de defensa”.

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