“Con toda el alma”, homenaje a Las Patronas

Cuando Las Patronas eran niñas, jugaban e iban a cortar las cañas. Ellas se preguntaban por qué iba el tren con esas personas y cada vez que veían y escuchaban venir La Bestia ellas corrían a subirse a una ‘’montañita’’ para ver a todos ellos pasar, sin saber que en realidad eran migrantes los que iban sentados o acostados en los vagones del tren en busca del ‘’sueño americano’’.

Las Patronas desde hace más de 20 años, se han convertido en las mejores amigas de los migrantes de Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua; se escucha hablar de ellas en esos países y en el nuestro también, porque ellas saben que los migrantes ‘’quieren tener algo en la vida’’ y por eso la arriesgan. La Bestia ha marcado la historia de millones de centroamericanos, representa una opción de camino a una mejor vida. La vía del tren que transporta las ilusiones ‘’a toda máquina’’ en la que enfrentan obstáculos y se corren peligros.

Ellas siempre estuvieron preocupadas porque los migrantes tenían hambre. Comenzaron con 15 o 20 lunch’s y hoy preparan de 150 a 200. Las Patronas en un principio se cooperaban para comprar los alimentos, –hoy ya cuentan con algunos apoyos de organizaciones–. Ellas se organizan para freír el arroz, escoger y cocer los frijoles, llenar las botellas de agua e ir por el pan a las 5 de la mañana. Después corren a las vías del tren y en un pequeño instante alzan la mano para que los migrantes puedan tomar los alimentos. Reciben las gracias con un ‘’Benditas sean mujeres, yo quiero tenerlas junto a mí, abrazarlas y darles un beso, pero no puedo…’’

Hay días en los que los alimentos alcanzan y otros en los que sí se terminan y es el trabajo diario de dar con toda el alma lo que está a sus posibilidades. Porque cuando los migrantes las ven desde muchos metros atrás, gritan desde los vagones ‘’¡Comida!… ¡Comida!’’ y con hambre, alegría y agradecimiento dicen ‘’¡Vivan Las Patronas!’’. Mientras que ellas sienten emoción de verlos y de que se llevan algo en el camino pero también sienten tristeza porque los migrantes se alejan de sus familias.

 

Esa realidad de los migrantes, de alejarse de sus familias nos apantalla todos los días y como ejemplo está El Salvador, país al que han denominado ‘’capital mundial de los homicidios’’ y que está a punto de superar a Honduras como el país más violento de toda la Tierra. En lo que va del año 2015 se han asesinado a 3,800 personas, una persona cada hora, entre las victimas hay menores de edad. Esto explica el flujo de menores migrantes que dejan a sus hermanos menores y padres para buscar mejores oportunidades de estudio, trabajo y desarrollo. Porque las pandillas de la delincuencia organizada se han declaro la guerra y cada vez es imposible salir a trabajar porque piden ‘’cuota’’, extorsionan y amenazan.

La política migratoria de los países centroamericanos ha provocado una crisis humanitaria. El fenómeno de la migración lo han minimizado, ignorado y por si fuera poco también lo han criminalizado.

Además ha aumentado el flujo de mujeres que migran solas o con sus hijos para buscar una mejor calidad de vida. Ellas representan el 20% de la población de migrantes y son más vulnerables a trata de personas, abusos sexuales, machismo y discriminación.

Es justo y necesario hacer visible los nombres, rostros e historias de las y los migrantes, con base en políticas públicas apegadas a Derechos Humanos. Basta de víctimas sin nombre, sin rostro y sin denuncias. El corazón nos estalla de tanta impunidad e interrogantes no aclaras como lo es el caso de San Fernando, Tamaulipas.

Hay ‘’Casas blancas’’ pero no instituciones que protejan y garanticen los derechos humanos. Hay avión y habrá hangar presidencial pero no hay rutas, vías y sistemas de transporte que garanticen la seguridad de tanto mexicanos como centroamericanos.

He ahí las interrogantes no aclaradas. Las investigaciones no realizadas. Las omisiones e inconsistencias en investigaciones de denuncias de migrantes que declaran delitos e identifican a delincuentes. Pero que fiscales de migración –por omisión, complicidad o falta de capacidad– no hacen su trabajo como debería de ser.

Aquí el ejemplo de correr para ayudar, poner la mano en el pecho para solidarizarse y trabajar, participar y contribuir para poder cambiar el panorama y construir un mejor camino.

Un grupo de estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades, Plantel Sur (CCH-SUR), UNAM y de la Universidad Iberoamericana utilizan sus recursos, como las redes sociales, el micrófono y el espacio en nuestras escuelas para impulsar y promover una ‘’Colecta por la resistencia’’ con el objetivo de ayudar a los migrantes a resistir para no desistir, ayudar para mejorar y participar para transformar.

Porque los migrantes hacen lo que dice la letra de la canción de Natalia Lafourcade, ‘Hasta la raíz’: los migrantes ‘’andan cruzando ríos, andando selvas, amando el sol, cada día siguen sacan espinas de lo profundo de su corazón y en las noches siguen encendiendo sueños para limpiar con el humo sagrado cada recuerdo…’’ mientras que Las Patronas iluminan el camino y alimentan la esperanza.

Hoy más que nunca ayudemos porque Las Patronas han dicho que ayudar y dar amor no cuesta nada. Elena Poniatowska descubre que somos, ‘’un mar de amor, hermoso y grande’’; porque los migrantes se guarden nuestro amor en su corazón y en nosotros quedan guardadas sus sonrisas, su fortaleza y valentía para continuar iluminando, corriendo y ayudando con toda el alma.

 

Foto: Univision Noticias

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